Manu Velasco

maestro

Manu Velasco

Manu Velasco, Premio Magisterio 2018, maestro y reconocido bloguero experto en educación, premio al mejor blog de E-Learning de España y Latinoamérica 2017, formará parte de nuestro cuadro de honor de Embajadores del Talento, compuesto por personas que cuya trayectoria vital representa el triunfo del desarrollo del talento mediante el cultivo de una personalidad firme y perseverante en la persecución de sus sueños.

Graduado en educación primaria, infantil, lengua extranjera, y en educación física, Velasco ha logrado labrarse su espacio en internet gracias a su blog, en el que comparte experiencias, ideas y consejos con el fin de mejorar la enseñanza actual.

Manu Velasco ha sabido fusionar su vocación con el contexto que atraviesa la educación, empleando todas las posibilidades que ofrecen las TIC y fomentando su uso en el aula. Un fiel defensor de la autonomía del niño que se reinventa a diario invitando a sus compañeros profesores a trabajar por una educación adaptada al presente y preparada para el futuro.

El Ser Creativo

Todas las personas tenemos ideas con las que nos identificamos por las que estamos dispuestos a invertir nuestra energía y asumir riesgos. Aprendemos mejor desarrollando ideas propias que ajenas porque estamos comprometidos con ellas de partida.

Siempre me imaginé siendo maestro. Me crie en un pequeño pueblo de la cuenca minera de El Bierzo llamado Toreno. Tuve unos maestros que me marcaron de por vida. Siempre recuerdo con gran cariño a una maestra llamada Amparo Fernández que toco mi corazón y lo llenó de amor. Creyó en mí en todo momento y supo ver y descubrir mi estrella, mi pasión, mi talento. Me comprendió tal y como era y me regaló dosis enormes de confianza. Decidí entonces, que yo quería ser maestro y ayudar a los niños a encontrar su estrella.

Siempre he creído que los sueños se cumplen si pones empeño en ellos y el mío se cumplió. Por eso me defino como un maestro con los pies en la tierra y la cabeza en las estrellas. Siendo positivo, disfrutando de cada instante que me regala la vida. La vida en un pueblo te enseña a disfrutar de esas pequeñas cosas que se te quedan grabadas para siempre y que se convierten en el refugio al que vuelves para curarte e para inspirarte. Me gusta imaginarme a los docentes como electricistas que ayudan a sus alumnos a poner bombillas en el camino hacia sus sueños. Tenemos que soñar para posibilitar que los sueños de los demás se hagan realidad.

Mi encuentro vocacional se dio la primera vez que me vi frente a un aula con unos cuantos niños mirándome con ojos expectantes. Esa sensación de ilusión que recorrió mi cuerpo y que sigue acompañándome en cada nuevo proyecto fue lo que me hizo darme cuenta de mi vocación. Siendo maestro puedo disfrutar de la ternura infinita de mis alumnos, te dan la vida en un abrazo, en una mirada, en una sonrisa.

Siempre tuve claro qué quería ser, no creo que fuera una decisión mía, la decisión me tomó a mí. Me da la sensación de haber nacido queriendo ser maestro. El ambiente de mi colegio e instituto y la labor de sus profesores hizo el resto.

El Ser Emprendedor

Aprendemos mejor si tomamos por nosotros mismos decisiones de riesgo para llevar nuestras ideas a la acción. El emprendimiento no es un campo de conocimiento sino un rasgo de personalidad.

Mis primeros pasos laborales fueron en las Escuelas Deportivas de León, un organismo que me dio acceso a dar clases de pre deporte a los niños y niñas más pequeños de muchos colegios de la ciudad. Fue un sueño ser feliz junto a esos niños en mis años de estudiante de magisterio. Avivaron en mí, aún más, la vocación de ser maestro. De ellos aprendí que con gestos muy pequeños podemos hacer sentir muy grandes a otras personas.

Trabajé desde muy joven y siempre busco siempre algo más que me ayude a crecer. Nuevos recursos, leer mucho, formarme de manera constante… siempre a la búsqueda de completarme como maestro, como blogger, como empresario, como persona. Siempre en versión Beta.

El ser consciente de lo que no sé algo que siempre ha influido en mí. Esta experiencia de la carencia me ha movido a satisfacer mi deseo por aprender y me ha espoleado para seguir leyendo, escribiendo, estudiando, investigando, compartiendo, preguntando, reflexionando, aprendiendo y buscando. No hay tarea más incierta que educar. Eso genera en nosotros una gran inseguridad. Por ese motivo los docentes hemos de reconocernos como aprendices permanentes de esas personas que tanto pueden enseñarnos: niños, compañeros y familias. Es impensable evolucionar sin un aprendizaje continuo.

El factor más decisivo para mi desarrollo fue el trabajar desde joven con niños, estar siempre rodeado de alumnos con ganas de sacar de mí lo mejor, los ánimos de mi mujer, pero sobre todo… mis hijas. Ellas me han cambiado como docente, como persona. Ahora veo la educación desde otra perspectiva, desde el amor infinito de tener entre mis manos el valor más preciado de todas las familias. También ellas me han inspirado para buscar más allá de los límites que nos ponemos nosotros mismos. No hay como ver a un bebé intentar una y otra vez andar para darse cuenta de que con perseverancia todo se logra.

Busqué la educación en función de mis intereses, me daba igual cómo fuera con tal de que respondiera a mis necesidades. En ocasiones, las experiencias vitales han sido mucho más formativas que las académicas. También he leído mucho. En los libros he encontrado respuestas a mis preguntas y me han hecho plantearme preguntas nuevas para seguir investigando. La mejor formación que puede recibir un docente es la que llega de sus compañeros, de sus familias y de sus alumnos. De esa formación suelo empaparme.

Me gusta estar en versión Beta y así estaré siempre. Es necesario cuidar mucho nuestra formación porque trabajamos con los mayores innovadores del mundo, los niños. Muchas de las personas que me rodean están en versión Beta, tienen un deseo ferviente de aprender y extraen de cada vivencia y de cada error una valiosa lección que puede ser compartida. Aprender da sentido a nuestras vidas. La mejor inversión que podemos hacer es en conocimiento.
Desde el principio supe que quería ser maestro, lo demás fue llegando por la inercia de la vida. El blog vino por la necesidad de tener un banco de recursos abierto a todo el mundo. Era una manera de devolverle a la Red lo que ella me ofrecía a mí. Mi faceta empresarial llegó por una aventura familiar y he descubierto que me apasiona el mundo de la empresa, ya que es un mundo que te permite emprender, crear e innovar de manera constante.

Ahora que estoy en una nueva etapa de mi vida, siendo empresario y formador, me doy cuenta de que he llegado hasta aquí por buscar y dar ese algo más.

El Ser Social

Aprendemos mejor si mostraos a los demás el resultado de nuestro proyecto porque el feedback social a mi idea refleja una información valiosísima para aprender y mejorar.

Soy lo que soy por mi familia. En primer lugar, por mi madre que me tuvo muy joven y que confió en mí ciegamente desde el principio. Ella siempre me ha apoyado en todo y se ha sentido orgullosa de cada logro. Eso me hizo atreverme a salir, a estudiar, a superarme. Mi padre, es una persona que me ha enseñado que de nada vale hablar mucho para decir poco, que es más importante hablar poco para decir mucho. Mi abuelo, que con su sabiduría antigua me hizo querer la vida que tengo, disfrutar de las pequeñas cosas y valorar lo realmente importante. Me dejó una gran lección que siempre llevo conmigo: “Aprende a leer las miradas porque cuando lo que hay que decir desborda el alma, la boca se calla y los ojos hablan”. Mi hermano pequeño, me ha inspirado por su ser emprendedor incansable e inquieto y por su corazón enorme. Mi mujer, impulsa cada paso que doy, me da las alas para seguir volando y me hace ser mejor persona. Y finalmente, la guinda del pastel y el motor de mi vida: mis hijas, las que me han hecho plantearme cada noche qué persona quiero ser para ellas.

Además de mi familia, tengo que recordar a otras personas que me han ayudado mucho y que me han abierto campos que antes desconocía, mis suegros. Mi suegro es un gran pintor y me ha permitido conocer el mundo del arte desde dentro. Y mi suegra es una lingüista que me ha hecho amar la lengua como nunca imaginé. También muchos de mis compañeros docentes de los que tanto he aprendido y a los que tanto les debo. Y no quería dejar de nombrar a las personas más influyentes del mundo para un docente, sus alumnos, ellos me han dado la oportunidad de encontrarme a mí mismo, de ser para educar. Cada vez que entro al aula, entro plenamente convencido de que voy a aprender y a recibir mucho más de lo que puedo enseñar o dar. Los alumnos son nuestros grandes maestros.

Me esfuerzo día a día para tener tres ejes bien alineados y en armonía: pensamientos, palabras y acciones.

El Ser Interior

Aprender a reflexionar y leer en nuestro interior con autenticidad es el camino al autoconocimiento y al desarrollo personal.

Es difícil ser quien quieres ser. Esa imagen que tenía de mí mismo cuando era niño es tan especial que nunca considero que me acerque lo suficiente. Y es lo que me anima a seguir mejorando.
Me siento plenamente satisfecho de mi yo padre. Y en lo que me gustaría mejorar es en parecerme a esa imagen infantil que conservo en mi memoria de un ser que todo lo que se propone lo alcanza y comparte a base de esfuerzo y corazón.
A nuestros jóvenes, y todas las personas que tienen interés por aprender, les podemos ayudar haciéndoles ver que son buenos en algo, ayudándoles a descubrir ese punto de ellos que les hace ser diferentes, especiales, únicos. Descubriendo cuáles son los muros que les impiden desarrollar su talento y ayudándoles a derribarlos o a saltarlos. Animándoles a que se arriesguen a ser las estrellas de su vida.
A nadie se le da todo bien, pero a todos se les da bien algo. ¡Descubrámoslo!

Volver a ver todos los embajadores »