José Manuel Pérez, Pericles: “Necesitamos un cambio en la educación que favorezca el desarrollo integral de las personas”
Ingeniero técnico mecánico. Su vida profesional siempre ha estado relacionada con el Valle del Nalón, en Asturias.
En 1991 impulsó, desde Valnalón, la Cadena de Formación de Emprendedores, que se inicia con programas de Educación Emprendedora, que van desde los niveles de Infantil y Primaria hasta la Universidad, pasando por todos los niveles intermedios. La cadena incluye también el apoyo a Emprendedores en la creación y consolidación de Empresas.
Cuenta también con una dilatada experiencia como Emprendedor Social, desarrollando diferentes iniciativas para la promoción del empleo y fomentando en todos sus ámbitos la formación, el deporte y la cultura entre la juventud.
En 2007, fue nombrado Emprendedor Social de Ashoka, por el diseño y la puesta en marcha de la Cadena de Formación de Emprendedores.
En 2010 recibió el premio “Fundación Novia Salcedo” que reconocía la labor de José Manuel Pérez, Pericles, por su labor en el fomento de la cultura emprendedora entre la juventud. Entre otros premios, recibió también el «Marino Gutiérrez» y el «Asturiano del mes» de LA NUEVA ESPAÑA en febrero de 2007.
Su filosofía:
“Si somos capaces de ayudar a nuestro niños y jóvenes a desarrollar sus inteligencias (todas) y sus talentos (todos) habremos conseguido una sociedad más igualitaria, más humana, más feliz… y, además, más innovadora, emprendedora y competitiva”/
1.- Fundación Promete considera que hay que mejorar el sistema educativo para centrar el esfuerzo en cada individuo y ayudarle a descubrir su vocación y su talento. ¿Qué crees que debe mejorar o cambiar en la educación que reciben nuestros jóvenes?
Estamos ante un sistema educativo, diseñado para la Era Industrial, que murió hace 30 años. El tipo de persona que necesitaba aquella era, para realizar trabajos duros, peligrosos y penosos, no tiene nada que ver con lo que necesita la Era del Conocimiento. Necesitamos un cambio muy profundo en la Educación, que favorezca el desarrollo integral de las personas; que ayude a cada alumno a desarrollar al máximo unas habilidades que, afortunadamente, tenemos todos: iniciativa, creatividad, sentido crítico, innovación, autonomía, capacidad de reacción ante el fracaso, adaptación al cambio, capacidad de comunicación, trabajo en equipo, ser solidarios, ser sensibles con los problemas de los otros. Y, por supuesto, un esfuerzo importante para conseguir la recuperación de los valores de los que está tan falta la sociedad de hoy. Para ello deberemos cambiar: los currículos, las metodologías, la aplicación de las nuevas tecnologías a la enseñanza, el rol del profesorado, la configuración de las aulas, el sistema de gestión de los centros educativos, el sistema de gestión de la educación…
Sobre todo, tendremos que cambiar el método de “almacenamiento” de conocimientos en la cabeza de nuestros alumnos por métodos de “aprender haciendo”, unos métodos, por otra parte, tan antiguos como el mundo…
2.- Has sido reconocido como uno de los grandes emprendedores sociales de nuestro país a través de tus propuestas en la educación de los más jóvenes ¿De qué forma consideras que va a cambiar la sociedad con los cambios que los jóvenes van a efectuar en su entorno?
La sociedad tiene que cambiar profundamente. Cuando primero dejemos el testigo a las generaciones digitales, mejor. Estas generaciones, si no cometen los mismos errores que nosotros, tendrán que crear una sociedad más humana y más social. Una nueva economía basada en las necesidades de las personas y no en las de los banqueros. Un mundo preocupado de la recuperación del medioambiente, destruido durante la Era Industrial.
3.- ¿Cómo definirías el talento como activo de las personas? ¿Qué hay que hacer para potenciarlo entre los más jóvenes?
Con el talento pasa lo mismo que con la innovación. La gente cree que es una cuestión de tener buenas ideas, de ser creativos. Pero lo que falla es la propia definición: para innovar, igual que para generar talento, es necesario tener una base de partida coherente y mucho, mucho trabajo. Es necesario que todo el mundo sepa que la innovación y el talento solo se consiguen cuando son valorados y reconocidos por la sociedad.
Para potenciar el talento entre los jóvenes, es necesario ayudarles a descubrir sus pasiones y sus potencialidades y, sobre todo, a trabajar duro para convertirlas en talento.
4.-. ¿Cómo animarías a los jóvenes para que lleguen a desarrollar sus proyectos e ilusiones?
La manera de animar a nuestros jóvenes a que desarrollen sus proyectos e ilusiones no es a base de discursos ni del paternalismo feroz al que les estamos sometiendo, desde mi punto de vista, como forma de control. Animar significa motivar, colaborar, dejar hacer, aconsejar, corregir, permitir y valorar el error como formula única de aprendizaje, hablarles claro… (Deberíamos luchar por eliminar de nuestra sociedad el término “políticamente correcto”, que tanto daño está haciendo). En una palabra, lo más importante es: dejar crecer.
5.- ¿Qué es lo que más compartes con la Fundación y te ha animado a ser Embajador de Promete?
Mi admiración por la Fundación Promete se basa en la coincidencia en la vocación de de la Fundación y mía, de trabajar en apoyo de la juventud, para que cada persona sea autónoma, desarrollen su propio talento y, entre todos, logren un mundo mejor que el que les estamos legando.