Luis Alberto de Cuenca: “Todo lo que contribuya a promover y desarrollar el talento merece la pena”

Luis Alberto de Cuenca

Luis Alberto de Cuenca y Prado nació en Madrid el 29 de diciembre de 1950. Tiene dos hijos: Álvaro (1976) e Inés (1989). Es Doctor en Filología Clásica y Profesor de Investigación en el Instituto de Filología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Ha sido Director de la Biblioteca Nacional (1996-2000) y Secretario de Estado de Cultura (2000-2004). Desde octubre de 2010 es académico de número de la Real Academia de la Historia.

Como poeta, ha publicado, entre otros libros, Elsinore (Madrid, 1972), Scholia (Barcelona, 1978), La caja de plata (Sevilla, 1985, Premio de la Crítica 1986), El otro sueño (Sevilla, 1987), El hacha y la rosa (Sevilla, 1993), Por fuertes y fronteras (Madrid, 1996), Los mundos y los días. Poesía 1972-1998 (Madrid, 1999), Sin miedo ni esperanza (Madrid, 2002), La vida en llamas (Madrid, 2006) y El reino blanco (2010), y Los Mundos y los Días (2012).

Ha compuesto letras para canciones pop y sus poemas han sido también cantados por Loquillo en el disco ‘Su nombre era el de todas las mujeres’ (2011). Entre sus libros no poéticos figuran: Floresta española de varia caballería (Madrid, 1975), Necesidad del mito (Barcelona, 1976), El héroe y sus máscaras (Madrid, 1991), Etcétera (Sevilla, 1993), Las cien mejores poesías de la lengua castellana (Madrid, 1998), Señales de humo (Valencia, 1999), Baldosas amarillas (Madrid, 2001), De Gilgamesh a Francisco Nieva (Madrid, 2005), Filología y vida (Ávila, 2010) y Nombres propios (Valladolid, 2011).

Ha desempeñado una labor asidua como traductor de diferentes lenguas, clásicas y modernas, obteniendo el Premio Nacional de Traducción en 1989 con su versión del anónimo Cantar de Valtario, publicada por Siruela.

Es, asimismo, autor de numerosos trabajos de investigación, crítica y divulgación publicados en revistas (Emerita, Estudios Clásicos, Nueva Revista, Cuadernos Hispanoamericanos, Ínsula, Revista de Occidente, Historia 16, etc.) y colaborador asiduo del diario ABC como columnista y como crítico.

Su presencia en Campus Promete nos ha permitido conocer de primera mano la importancia del descubrimiento del talento y de la vocación para llevar a cabo nuestros sueños.

1- Recientemente ha asegurado en un coloquio llamado “Letra y música” en el que ha participado junto al cantante Loquillo que “el mundo académico está muy alejado de la calle”, ¿qué podemos hacer para cambiar esto?

No es fácil cambiar eso. Gente como Loquillo y como yo mismo lo estamos intentando.

2- Fundación Promete trabaja para promover un mayor y mejor desarrollo del talento de las personas, ¿qué le impulsó a formar parte de este proyecto?

Todo lo que contribuya a promover y desarrollar el talento merece la pena.

3- Ha tenido la oportunidad de visitar Campus Promete en una ocasión ¿qué le ha aportado esta experiencia?

Me encontré muy a gusto y en muy grata compañía.

4- Ha dicho en alguna ocasión que “lo importante es que cada uno de nosotros sepa cuanto antes lo que quiere hacer y tenga la oportunidad de llevar a cabo sus sueños, al menos hay que intentarlo”. ¿Cuándo descubrió su pasión por la literatura y la poesía?

Desde muy pequeño ya sentía pasión por los tebeos, que me condujeron a los libros. Empecé a escribir poesía a los doce años.

5- Usted es un gran admirador del talento de los autores clásicos, ¿qué podemos aprender de ellos para mejorar nuestro sistema educativo?

Lo podemos aprender todo de ellos. Los clásicos deberían ser la base de nuestro sistema educativo. Todos los españoles tendrían que aprender latín y griego en la ESO y en el Bachillerato.