Teresa Fernández
Nadie se merece empezar en un proyecto con un NO de partida. Hay que cambiar el “NO” por el “¿POR QUÉ NO?
Teresa es fundadora y directora del centro CADIS (Sevilla) desde 1995, centro especializado en temas relacionados con las altas capacidades y desarrollo cognitivo. En él se trabaja la Evaluación, Intervención y Programas específicos de enriquecimiento de alumnos de Alta Capacidad Intelectual, Sobredotados y Talentos.
Este centro participa al mismo tiempo en diversas investigaciones relacionadas con el papel de la creatividad en las empresas; la heredabilidad como factor de desarrollo en las capacidades cognitivas, adaptación de materiales curriculares para el alumnado con altas capacidades, o el desarrollo cognitivo y el trastorno por TDAH.
Ha participado en el Comité de Expertos que ha elaborado el Plan de actuación para la atención educativa al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo por presentar altas capacidades intelectuales en Andalucía”, publicado en el BOJA número 203 del 17 de octubre de 2011.
Conferenciante habitual en multitud de congresos nacionales e internacionales, aportando la experiencia del trabajo realizado en su centro como modelo de intervención educativa, así como su aportación al mundo de las altas capacidades intelectuales y desarrollo cognitivo.
Hasta 2015 ha sido la coordinadora del grupo de trabajo de Altas Capacidades del Colegio de Psicólogos de Sevilla.
Posee el reconocimiento por parte del Ministerio de Educación como tutora de cursos a distancia relacionados con “Características y necesidades del alumnado con talento intelectual”, inscritos en el Registro de Formación Permanente del Profesorado.
Licenciada en Psicología (Universidad de Sevilla); Máster Especialista en Audición y Lenguaje. (Fundación ICSE); Máster Estimulación Temprana (Universidad de Sevilla); Experto Universitario en Diagnóstico y Educación de los alumnos con Alta Capacidad” (UNED); Estudios de doctorado (Universidad de Sevilla), obteniendo el Diploma de Estudios Avanzados, en la Facultad de Psicología, en el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, con el programa de investigación “Enriquecimiento Cognitivo extracurricular para alumnos con sobredotación intelectual. Propuesta de un programa integrador”.
Es autora de varias publicaciones para padres y educadores sobre Altas Capacidades con la editorial MAD y la Editorial Ingenia, así como materiales de intervención y la creación de una prueba de creatividad. Entre ellas están las guías “¿Las ballenas tienen saliva?”, “¿Para qué voy al colegio?” o la “Prueba de Creatividad Gráfica Infantil PCGI”, publicadas en la Editorial Ingenia.
El Ser Creativo
Todas las personas tenemos ideas con las que nos identificamos por las que estamos dispuestos a invertir nuestra energía y asumir riesgos. Aprendemos mejor desarrollando ideas propias que ajenas porque estamos comprometidos con ellas de partida.
- De pequeña, ¿cómo te imaginabas de mayor?
Me imaginaba como soy ahora, tenía un proyecto y deseaba llevarlo a cabo y en ello estoy.
- ¿Qué indicios de tu personalidad actual reconoces en tu infancia y juventud que creas que hayan sido claves para el desarrollo de tu talento actual?
La paciencia, la capacidad de escuchar, el respeto y la amabilidad, intentar que la gente se sintiera bien a mi lado….
- ¿Qué vocaciones has tenido y qué factores facilitaron o dificultaron tus encuentros vocacionales?
La educación, la psicología, el periodismo, la música y el arte.
Creo que hoy por hoy he conseguido crear un espacio en el que se hable continuamente de educación y de infancia.
La psicología y el periodismo tienen mucho en común, la diferencia creo que está en la necesidad de contar o de ser escuchado. Creo firmemente que hay que rodearse de cosas bonitas, arte en todos sus sentidos.
El Ser Emprendedor
Aprendemos mejor si tomamos por nosotros mismos decisiones de riesgo para llevar nuestras ideas a la acción. El emprendimiento no es un campo de conocimiento sino un rasgo de personalidad.
- ¿Qué camino has recorrido para llegar a ser lo que querías ser?
El único camino que hay para conseguir tus metas es el trabajo y la constancia, pero detrás de estos pasos debe existir algo por lo que luchar, la motivación o la inspiración.
- ¿Cuáles fueron y cómo tomaste tus decisiones en cada nodo del itinerario?
El punto de partida empezó en la confianza que mis padres tenían en mi, en mi capacidad y en mi forma de ser.
Cuando confías en alguien apuestas por él y eso fue lo que hicieron mis padres, permitiéndome estudiar en otra ciudad y prolongar mi estancia en ella con cursos de doctorado y respaldándome en las primeras decisiones profesionales.
- ¿En qué medida decidiste tu misma o tu entorno tu itinerario académico?
Fue una decisión personal pensada desde la adolescencia, siempre había tenido claro que me encantaba la educación y la infancia, estar rodeada de niños pequeños era una constante en las reuniones familiares, cumpleaños, etc., y cuando llegué a la adolescencia, me apasionaban las tertulias, las charlas, largas conversaciones y empiezas a atreverte a dar pequeños consejos.
Hoy en día me encanta observar a los más pequeños, es el origen de todo, cuando ves como resuelven retos sencillos como alcanzar un objeto deseado, captar la atención de los adultos, buscar el cariño. Me encanta mirarles a los ojos y preguntarme qué estarán pensando, me fascina la capacidad de aprendizaje que tiene el ser humano, lo importante que es tener una buena orientación personal y vocacional, espacios que te permitan explorar para conocer diversos campos y así poder elegir aquel en el que te encuentres más cómodo.
- ¿Cómo has compaginado la educación reglada con la específica para desarrollar tu talento?
Vuelvo a insistir en el trabajo, horas, horas y horas, pero cuando algo te gusta no te importa en absoluto. Siempre debes estar respaldado por una titulación oficial que te acredite que estas preparada para ejercer una profesión, pero la emoción se la da cada uno. Cada uno decide hasta dónde quiere llegar y el tiempo que está dispuesto a invertir en ello. Hay momentos que pienso que ese tiempo es la vida entera. No me veo jubilada ni desvinculada a este proyecto que es un proyecto de vida.
- ¿Cuáles fueron tus experiencias laborales/profesionales?
Guarderías, recursos humanos, salud mental, diversos gabinetes, profesora de instituto y otros que no están relacionados pero de los cuales también se aprende.
Recuerdo un trabajo que me ayudó a mantener mi proyecto personal, fue colaborar en la realización del padrón de la ciudad de Sevilla. Iba en bicicleta, igual que a la facultad e igual que a ver a los primeros niños con los que trabajé. Para mi una imagen que tiene mucho sentido es la bicicleta. Es una buena metáfora de lo que ha supuesto mi vida laboral y que en muchas ocasiones cuando vienen alumnos de prácticas al centro les cuento. Ellos ven un sitio con mucha magia, en el que se respira un ambiente fabuloso, lo que mis compañeras llaman el “espíritu CADIS”, pero el origen del centro está en esas visitas a varios puntos de Sevilla a los que me llevaba mi bici para visitar a los primeros niños y niñas a los que intenté ayudar.
El Ser Interior
Aprender a reflexionar y leer en nuestro interior con autenticidad es el camino al autoconocimiento y al desarrollo personal.
- ¿De qué te sientes plenamente satisfecha y en qué te gustaría mejorar en el futuro?
De haber sido capaz. Capaz de muchas cosas, de llevar a cabo y desarrollar mi proyecto personal, crear un centro en el que trabajar y ayudar a tanta gente. Crear una bonita familia
Siempre tenemos que mejorar, estudiar, formarnos, siempre se pueden seguir haciendo aportaciones nuevas, siempre se puede mejorar, hay que buscar la excelencia de cada uno con las posibilidades de cada uno.
A nuestros jóvenes no podemos transmitirles que llega un momento que ya los sabes todo, al contrario, tienen que aprender a valorar la importancia del crecimiento diario, y nos encanta crecer con ellos.
- ¿Cómo crees que puedes ayudar a los demás en su desarrollo personal y de su talento?
Haciéndoles ver que son capaces, ayudándoles a tener seguridad en ellos mismos, nadie se merece empezar en un proyecto con un NO de partida. Hay que cambiar el “NO” por el “¿POR QUÉ NO?
El trabajo diario tiene que estar lleno de posibilidades y opciones al mismo tiempo que de una formación. Hay que estar siempre dispuesto a aprender, a innovar sin miedo, hay que atreverse, hay que dar el salto, hay que coger la bicicleta y comenzar a caminar…
Soñaba con ser psicóloga, tener una consulta, pero el hecho de haberme “atrevido” tan pronto, justo después de terminar la carrera, ha hecho que esa idea siga creciendo cada día. Nunca pensé tener un centro como el que dirijo en estos momentos (aunque siempre quise), por el que pasan cada semana más de 600 alumnos, en el que no se para de crear programas y actividades para lograr un desarrollo óptimo e integral de cada niño o niña que acude a él. Donde el objetivo principal es desarrollar el talento de cada uno, buscar su excelencia personal, pensar que otro modo de educar es posible, no tener miedo a la innovación, a las preguntas curiosas, a los retos, a tropezar, a resolver, a conocer lo mejor de uno mismo, a compartir… es la mejor forma de aportar valores a nuestra sociedad actual.