Pablo Sáinz Villegas: “Para desarrollar el talento: pasión, exigencia y dedicación”
Nacido en La Rioja en 1977, Pablo Sáinz Villegas está considerado por la crítica como uno de los grandes guitarristas de nuestro tiempo. Su trayectoria ha ido forjando a lo largo de los años una carrera llena de éxitos y galardones que le han llevado a actuar en más de treinta países y en escenarios tan prestigiosos como la Philharmonic de Berlín, Carnegie Hall de Nueva York, Sala Verdi de Milán o el Musikverein de Viena.
Artista comprometido socialmente con el mundo que nos rodea, Pablo Sáinz Villegas, además de Embajador de Fundación Promete, es el fundador del proyecto El legado de la música sin fronteras, cuya misión es acercar la música clásica a niños y jóvenes de bajos recursos.
1.- La música es tu vida y tu pasión. ¿Cuándo descubriste que era lo que más deseabas y lo que querías hacer en tu vida?
A los 7 años salí por primera vez a un escenario. Mientras que tocaba sentí una intensa luz que me iluminó interiormente y me mostró un camino que me hacía ilusión recorrer. Ya a los 14 años entré en el círculo donde la recompensa de las horas de práctica diaria me devolvía con creces toda la dedicación y exigencia que la música me demandaba. En ese momento, empecé a pensar que la música podría ser mi forma de vida.
2.- “El legado de la música sin fronteras” es tu proyecto para acercar la música clásica a los más jóvenes. ¿Qué puede aportar la música a la juventud?
Humanidad. La música es el lenguaje de las emociones y nuestra sensibilidad un prisma que hace que conecte con la parte más profunda de nuestra esencia. La música es música, es poesía del aire, es la más irracionales de las artes, la que empatiza con nuestros sentimientos. Es por eso que invito a la juventud a que no tengan miedo en incluir también música clásica de sus iPods. Que se tomen el tiempo para disfrutarla con calma y descubrirán como también les seduce y les hace sentirse bien.
3.- ¿Cómo definirías el talento, del que eres un claro ejemplo? ¿Qué hay que hacer para descubrirlo y para poder desarrollarlo?
En mi opinión, todos nacemos con el potencial de muchos talentos que debemos explorar. Creo que el contacto con diferentes disciplinas cuando uno es niño o joven, puede ayudar a identificar cuál es que más nos llena. Una vez lo sentimos dentro de nosotros, no hacemos más que empezar un camino con un horizonte tan lejano como nosotros queramos que sea. En mi opinión es importante tener claro hacia dónde queremos ir y luego diseñar pequeñas metas que nos ayuden a consolidar nuestros objetivos y así desarrollar nuestro talento hacia la excelencia. El talento una vez descubierto, es una responsabilidad que tenemos como seres humanos y es nuestra obligación sacarle el máximo partido.
Para desarrollar el talento: pasión, exigencia y dedicación.
4.- ¿Cómo animarías a los jóvenes para llegar a desarrollar sus proyectos y luchar por sus ilusiones?
Un proyecto es como un plato de cocina. Primero, necesitas saber qué plato quieres hacer, después encontrar los ingredientes, cocinarlos en las proporciones y tiempos justos y sobre todo para que quede delicioso, poner tu alma, vida y corazón en cada paso del proceso.
La lucha forma parte de la esencia de la supervivencia humana, lo tenemos en nuestro ADN. El secreto de la superación es intentar disfrutar el proceso de los retos que nos pone la vida.
5.- ¿Qué cambios consideras que hay que llevar a cabo para mejorar la educación actual y adaptarla a la persona?
La juventud necesita inspiración, buenos modelos en los que inspirarse y tomar conciencia de su responsabilidad social y personal como seres humanos en el mundo. En la educación influyen muchos factores inter relacionados que necesitan equilibrarse para conseguir los objetivos deseados: la familia, el sistema educativo, la sociedad… Toda educación, debe pasar por la humanización del individuo a través de los valores, aspecto que en nuestra sociedad está en crisis frecuentemente. Son los valores de la persona el requisito básico para después poder desarrollar otras facetas del ser humano. Creo en la educación personalizada y adaptada a cada individuo pero es algo que en el nivel educacional de un país, se enfrenta al gran reto de cómo unificar un sistema macro educacional, con una individualización micro educacional a cada estudiante. Como integrar estos dos conceptos es en mi opinión donde reside el éxito de este ideal.
6.- ¿Qué es lo que más compartes con la Fundación y te ha animado a ser Embajador de Promete?
La visión de la fundación y su apuesta por descubrir y potenciar lo único e irrepetible que cada persona tiene dentro, su verdad genuina, su talento.